top of page

Encontrar tu ritmo: cuerpo y escucha

En un presente que corre, que apura, que mide el tiempo en resultados, encontrar tu propio ritmo puede ser un acto de profunda conexión y rebeldía. Y esto no siempre se trata de ir lento… porque a veces lo que necesitás es moverte, accionar, avanzar con determinación. Y otras veces, el ritmo presenta pausa, contemplación, un hacia dentro.


Quizás ya lo notaste: hay una oscilación. Un ir y venir entre la acción y la quietud. Entre lo que nos pide el mundo afuera y lo que resuena adentro. Tu espacio cercano y lejano, tu espacio personal y en contacto con el mundo.


Encontrar tu ritmo no es imponer una velocidad fija, sino aprender (o recuperar y volver) a escucharte. Registrar cuándo estás forzando y cuándo estás evitando. Notar qué rutinas te sostienen y cuáles te desgastan. A mí me pasó: el “ponerme rutinas rígidas o time-bloquear todo” en un calendario, sin dejar lugar al respirar…


En este sentido, ya me cansé de correr, hoy elijo caminar....


Tal vez tu ritmo no sea lineal, o cambie con las estaciones, con los ciclos, con las emociones. Y está bien… porque somos cíclicos, somos proceso. No somos máquinas de hacer cosas (este es un recordatorio para mí también, claro). Y en ese proceso, desde el cuerpo te expresás. Aunque muchas veces no sepamos por dónde empezar a escuchar, hay manifestaciones: un nudo en la garganta, el peso en los hombros, un impulso de moverse o una necesidad de detenerse. A veces, las palabras no alcanzan o simplemente no aparecen… y es ahí donde algo pide ser escuchado de otra manera.


Sabemos desde el cuerpo. No se trata siempre de explicar, sino de experimentar.


Quizás “volver al cuerpo” no sea un regreso literal —porque nunca nos fuimos— sino un ampliar. Un volver a habitar con presencia, con atención. No para hacer más, sino para estar más.


Las preguntas pueden ser puentes hacia esa escucha:

  • ¿Desde dónde te estás moviendo?

  • ¿Qué te pide tu ritmo en este instante?

  • ¿Dónde estás cuando no te sentís?

  • ¿Qué señales registras desde el cuerpo antes del cansancio?

  • ¿Cómo es moverte con más suavidad?


Una escucha que no busca corregir ni controlar, sino habitar lo que hay. Una forma orgánica, sensible y tuya. Sin necesidad de tener todo claro, ni de saber bailar. Solo con el deseo de descubrirte. Paso a paso. Constancia y compasión. Cambiar hábitos, flexibilizar el pensamiento, y sobre todo, recordar: sos proceso.


¿Y si hoy te das un momento para escucharte?

Ese momento puede ser la diferencia entre el ruido y la sintonía.


Te comparto prácticas en movimiento desde dónde empezar:



Comentarios


Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags

Espacio Movimiento Continuo

whatsapp_icon
  • Instagram
  • LinkedIn
  • Youtube

info@espaciomovimientocontinuo.com.ar

Arte y Salud - Acompañando procesos

Todos los derechos reservados 

Diseño web y titular del sitio: Carla Lescano

bottom of page