Cerrar los ojos para abrir la mirada interna
¿Te sucede que al cerrar los ojos se amplía un mirar diferente y de esta manera poder conectar desde otro lugar?.
A veces el cerrar los ojos puede permitirnos percibir nuevos lugares, habitarlos y re-descubrirlos.
Al cerrar los ojos podemos conectar directamente con las sensaciones bajo la piel...con las tensiones de diferentes partes del cuerpo, con alguna parte que se hace más presente, con circuitos y recorridos, con alguna molestia o dolor, con la ola del inhalar y del respirar, con los apoyos y donde está puesto el peso, con la amplitud y los cierres...
Al cerrar los ojos, abrimos ventanas a nuestra propia cosmología
Al cerrar los ojos, damos lugar al sentir
Al cerrar los ojos, nuestro mundo interno se expande
También aparecen imágenes sensoriales que pueden ayudarnos a desplegar poéticamente nuestro movimiento
Esto no quiere decir que sea la única manera (o la correcta), sino que son propuestas que pueden desprenderse desde esta acción para que cuando abramos los ojos, podamos seguir conectando y entramando con el afuera.
Desde el Movimiento Auténtico, por ejemplo, se trabaja con esta acción. Cerrar los ojos, mover y ser movida desde allí, habitando el silencio, la escucha, dejandose guiar por las imágenes que se entraman.
En palabras de Waissman (s.f.):
"Una persona cierra los ojos dirigiendo la atención hacia su interior, espera, escucha y se mueve, siguiendo sus impulsos, en presencia de un testigo que está en quietud" (p. 1), quién sería el terapeuta.
En el Movimiento Auténtico encontramos tres pilares:
La persona moviente
Testigo (terapeuta que observa)
Conciencia testigo de la persona moviente (testigo interno)
El cuerpo que se mueve y que puede ser movido: el encuentro de lo que estoy haciendo y lo que me está sucediendo. Es un trabajo de relación con el vacío, entrega a lo desconocido, entregarse al movimiento sin la necesidad del porqué, para qué, ni cómo se continuará en el momento siguiente. Un movimiento que es pura presencia (Waissman, s.f.).
Después del movimiento se pueden utilizar recursos artístico grafoplásticos como dibujar, pintar, modelar para facilitar la transición entre el lenguaje corporal no verbal y verbal. Integrar y ampliar la experiencia a través de la palabra. Además, encontramos que hay experiencias que a veces son necesarias dejar que decanten, que se completen con y en la vida cotidiana, con el tiempo y con la auto-observación.
Danzar con ojos cerrados abre nuestros mundos internos
Referencias bibliográficas
Guido, R. (2016). Reflexiones sobre el danzar. De la percepción del propio cuerpo al despliegue imaginario en la Danza. Buenos Aires: Miño y Dávila editores.
Vella, G. (2020). Mary Whitehouse (1911/1979). En Vella, G. (comp.), Especialización en Danza Movimiento Terapia. Danzacuerpo.
Waissman, B. (s.f.). Movimiento Auténtico: Mover el cuerpo, mover el alma.
Kommentare