Minimalismo digital y foco: una invitación a habitar el presente
- Carla Lescano

- 25 jul
- 4 Min. de lectura
¿Qué pasa cuando nos damos cuenta de cuánto nos dispersamos en lo digital? ¿Y si no se tratara solo de "ser más productivos", sino de estar más presentes, más en eje con lo que nos importa de verdad?
Este no es un post para que hagas más. Es una invitación a hacer menos, y con más sentido. A elegir. A reducir ruido. A escuchar lo que emerge cuando se apagan las notificaciones.
¿Por qué volver a lo esencial?
En una realidad que nos empuja a estar siempre disponibles, informados y “conectados”, aparece la necesidad de una desintoxicación digital consciente. No para volverse ascético, sino para recuperar energía, foco y coherencia interna. Esto no es un llamado a la desconexión total (aunque puedes hacerlo claro, si es tu deseo), sino a usar la tecnología con intención. Que no nos consuma. Que no nos disperse. Que acompañe, en vez de dominar.
Principios del minimalismo digital
Podés adaptar estos principios a tu realidad. No es un checklist, sino un marco para tomar decisiones más conscientes:
Acumular a la larga sale caro: más notificaciones, más contenido, más tareas = más agotamiento.
Intencionalidad y compromiso: ¿para qué uso esto? ¿qué me aporta?
Coherencia con tus valores: ¿esto me acerca o me aleja de lo que valoro?
Ver el costo energético: ¿qué me da y qué me quita esta app, este hábito, esta red?
Eliminar lo innecesario: redes, notificaciones, rutinas digitales sin sentido.
Explorar alternativas: paseos, escritura, descanso real, contacto con lo analógico. En mi caso, me ayudo el volver al al lápiz y papel.
Pequeñas prácticas para empezar:
Dejar el teléfono en casa.
Salir a caminar sin auriculares.
Activar el modo "no molestar".
Reservar horarios específicos para revisar redes o mails.
Recuperar la escritura a mano, los cuadernos y las bitácoras.
Programar ocio de calidad: leer, bailar, mirar el cielo, hacer nada.
Foco: una práctica de atención
¿Esto que estoy haciendo ahora… es necesario?
Esa pregunta simple puede ayudarte a salir del piloto automático.
Rituales para recuperar el foco
Calma matutina antes de mirar el celular.
Dejar el teléfono apagado o en otra habitación.
Desinstalar redes sociales del celular.
Alternar períodos de foco con pausas activas (respirar, estirar).
Elegir solo tres tareas importantes al día.
Realizar una tarea por vez.
Tomar nota de lo que aparece mientras trabajás, para retomarlo luego.
Eliminar lo innecesario. Hacer inventario de lo que importa.
Menos reuniones, más preparación.
Distinguir trabajo frenético de trabajo valioso.
¿Cómo desconectar sin desaparecer?
Desenchufar no significa aislarse. Significa volver al eje, para luego volver a conectar con lo externo desde otro lugar.
Algunas ideas:
Un momento de desconexión diaria (sin pantallas).
Espacios de trabajo sin WiFi (si es posible).
Programas que bloquean apps por lapsos.
Notar la urgencia falsa y evitar el “estar siempre disponible”.
Prescindir del FOMO (miedo a perderse algo).
Practicar el arte de “hacer nada” sin culpa.
Wei wu wei: hacer sin forzar
Desde el taoísmo, wei wu wei significa “acción sin esfuerzo excesivo”. Hacer sin ir contra vos misma. Sin lucha interna. A veces, dejar los objetivos y escuchar el ritmo propio es el acto más profundo de dirección.
Hábitos: lo simple y lo posible
Inspirado en Hábitos Atómicos de James Clear, lo que sostenemos en el tiempo no es lo grandioso, sino lo pequeño y coherente.
“La meta no es leer un libro, sino convertirse en lector.”
Estructura para crear o eliminar un hábito:
Ciclo del hábito | Crear | Eliminar |
Señal | Hacerlo visible | Hacerlo invisible |
Anhelo | Hacerlo atractivo | Hacerlo poco atractivo |
Respuesta | Hacerlo fácil | Hacerlo difícil |
Recompensa | Hacerlo satisfactorio | Hacerlo insatisfactorio |
Tip: vinculá el nuevo hábito a uno ya instalado:“Después de (…), voy a (nuevo hábito).”
Tráguese ese sapo: lo difícil, primero
Del libro de Brian Tracy, algunas ideas clave para enfocar con claridad:
Definí lo importante. Lo urgente no siempre es lo esencial.
Planeá con antelación. Reservá tiempo para pensar y organizar.
Aplicá la regla 80/20. Un 20% de tus acciones genera el 80% de tu impacto.
Decir no. Aprendé a dejar de hacer lo que no tiene valor.
Hacelo por escrito. Pensar sobre papel aclara, ordena, concreta.
Y sobre todo…
“Todo en la vida es el estudio de la atención. Donde va la atención, va la vida.”(J. Krishnamurti)
Hacer menos, habitar más
No se trata de ser más eficiente, sino de estar más viva.
No se trata de cumplir con más tareas, sino de elegir las que de verdad importan.
No se trata de productividad, sino de presencia, salud, y coherencia.
Contame tus procesos, me interesa leerte!
Un abrazo
FUENTES CONSULTADAS
Babauta, L. (s/f). Focus. Un manfiesto por la simplicidad en la edad de la distracción. Versión gratuita.
Clear, J. (2021). Hábitos atómicos. Un método sencillo y comprobado para desarrollar buenos hábitos y eliminar los malos.
Newport, C. (2021). Minimalismo digital. En defensa de la atención en un mundo ruidoso. Editorial Paidos.
Tracy, B. (2003). Tráguese ese sapo. 21 estrategias para tomar decisiones rápidas y mejorar la eficacia profesional. Editorial Empresa Activa.





















Comentarios