El ciclo infinito: preguntas que mueven
Hacer un tejido y entramado entre la palabra y el movimiento, un ciclo, una continuidad constante. Ir y venir. Espiralado. Vamos ampliando desde la utilización de diferentes recursos: diálogo, poner en movimiento, expresar gráficamente, volver al movimiento y la palabra-diálogo. 
A veces las preguntas pueden escucharse asÃ:
¿Cómo registras tu cuerpo hoy?
Si este movimiento pudiera hablar ¿Qué te dirÃa?
¿Cómo es moverse siendo una pluma?
¿Qué sucede si cambio el peso del cuerpo de un lado a otro?
¿Qué ocurre si mi danza sólo ocurre en el plano bajo?
¿Cómo? ¿qué? ¿para qué? ¿hacia dónde? ¿qué sucede? (...) y asÃ...infinitamente
Una pregunta puede llevarnos a otra
Una pregunta abre mundos
Porque no siempre el camino es buscar una respuesta dada o determinada. A veces la respuesta es la pregunta que abre un espacio para que lo que es, se pueda manifestar. Escuchar, mirar, sentir, cambiar de foco, desarmar y armar. 
Una pregunta puede mostrar una forma distinta, un camino impensado, algo que no esperábamos,
La pregunta habilita, posibilita, abre puertas-ventanas-universos a explorar. La pregunta es aquello que me mueve a desarmar y construir, la pregunta que permite estar disponible a la experiencia tal como se presenta, dejando entre paréntesis juicios/crÃticas. Indagar en infinitos. Â
El primer paso para que surja algo nuevo es la capacidad de ir a lo desconocido, un salto al vacÃo para entrar en un espacio liberado donde pueda surgir nueva información. Una pregunta suele ser el inicio de un viaje, ver entre lÃneas y percibir los procesos del suceso. Ahà en esos espacios intermedios de umbral... ¿ Qué hay? ¿Qué encuentro?
El acto de preguntar visibiliza lo que sucede, poner nombre a lo que se mueve es recuperar y encarnar una experiencia, darle nombre sistematiza y ayuda a percibirse siendo parte del movimiento que ocurre. Aquà una de las primeras relaciones, palabra y movimiento, movimiento y palabra.Â
Y en tu proceso...
¿Qué preguntas emergen?
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